Parte Primera |
«Hubo al final de
los tiempos una época en la cual los sueños aún podían
ser compartidos
de un modo muy especial...
Érase una vez una edad de armonía
y paz de espíritu en
que unos nexos de unión férreos se forjaron entre un grupo de
personas que compartían el mismo anhelo:
LA BÚSQUEDA DE LA CERTEZA EN EL GÉNERO HUMANO
Y la busca culminó con el hallazgo de un emblema común,
donde se vieron todos ellos reflejados
»
Parte Segunda |
«Y se pusieron
a bregar al unísono con la finalidad de que aquello, tan hermoso, no tuviera fin nunca jamás
Y cuenta la leyenda que, gracias a ese aunar esfuerzos, alumbrados por
la inspiración de ese SER maravilloso, pergeñaron una de
las más hermosas formas que jamás había contemplado
el ojo humano, porque nacía directamente de sus corazones»
Parte Tercera |
«Aquel vínculo
de unión puso a seres de mundos diferentes, de remotos parajes, distantes
entre sí, tan cerca unos de otros que casi se podían tocar con
un ligero estirar de dedos
porque
"la gente que no necesita a nadie es la gente más desdichada del
mundo"»
Parte Cuarta |
«Y se escuchó
un canto mágico que, nacido de una garganta privilegiada, viajó
hasta encontrar a un peregrino que se guarecía de la lluvia y el frío,
que helaba su alma, bajo un puente. Y aquel caminante lloró de felicidad
(como si de una pequeña niña se tratase) al oír aquel
cantó en su resguardo seguro»
Parte Quinta |
«Y
hablan las crónicas de una muchacha desafortunada en el principio de
su existencia, que mientras aún cepillaba cabellos dorados tuvo una
aparición. Aquel hecho iba a cambiar el signo de su vida, llenando
de gozo su corazón y convirtiéndola en princesa de aquel sueño»
Parte Sexta |
«Y aquel deseo, surgido
de las aguas de un mar de un azul tan puro, aun en parte ignoto,
tomó
corporeidad, encarnándose en su forma».
Parte Séptima |
«Los más ancianos hablan de
un ser cuya dulzura y bondad era tan grandes que sólo podían
ser igualada por las del anhelo por el cual suspiraba. Y decidió perseguirlo
y, con un gesto sublime de desconsolación, abandonó aquellos
parajes que le contemplaban con tanta admiración, casi rayana en la
devoción, y con un postrer adiós jamás regresó
»
Parte Octava |
«Y
un tenue beso, de unos labios amantes, fue consuelo casi suficiente para aquella
criatura perennemente esperanzada que una vez más intuía un
despertar no deseado»
Parte Novena |
«Y pudo sentirse,
por un breve instante tan sólo, eterno»
Parte Décima |
«Y
se vio, en su sueño, como proyectado, corriendo por extrañas
veredas junto a los ríos, empapados por la lluvia, en busca de tenues
aromas añorados»
Parte Undécima |
«Tanto, tanto, tanto
corrió que llegó a la culminación de su viaje: un bosque
donde sólo tenían cabida hadas y duendes, donde la bondad alcanzaba
su plenitud, refugio de aquel SER maravilloso.
Exhaustas sus fuerzas se durmió henchido de felicidad»
Parte Duodécima |
«Le despertaron los
primeros rayos de luz que, irisando un cielo de un azul tan límpido,
desvanecían las sombras de su pesadumbre»
Parte Decimotercera |
«Tenía
en esa mañana los párpados de sus ojos celestiales enrojecidos
y a sus pies halló un gran charco de lágrimas
no sabía
si de infinita felicidad o de tristeza infinita»
Parte Decimocuarta |
«En
blanco y negro desdibujado, de su espejismo de la noche anterior, como
si de un azogue fragmentado se tratase, simplemente retenía la
imagen de una joven lindísima que se giraba hacia él, sonreía
y se congratulaba de su presencia allí»
Parte Decimoquinta |
«Y
entonces al fin comprendió lo que querían expresar cuando decían
que una persona era "como de corcho", porque así se sentía
él, capaz de absorber toda la existencia, de alegrías ínfimas
y tristezas inconmensurables, dentro suyo
Y se sintió culpable
por pensar que aquella devoción que albergaba en su interior jamás
afloraría, ya que el flujo de calado era infinitamente mayor que el
reflujo»
Parte Decimosexta |
«Y añoró
los tiempos en que todo era más fácil
tiempos en qué
sus preocupaciones eran no poder salir de su cabaña a jugar porque
afuera caía una copiosa nevada
y pensó en que sería
bonito que se disiparán los negros presagios que teñían
la nívea blancura ahora»
Parte Decimoséptima |
«Y
como imperativo categórico pronunció un BASTA, y se dejó
ganar por un frenesí que reflejaba la dureza de la que era capaz
Ya no desearía más tener nuevamente 6 años, que el tiempo
fuera benevolente con él y desandara el camino
BASTA, BASTA, BASTA»
Parte Decimoctava |
«Y anheló reunirse
con ese alguien que se había convertido ya en parte de su vida aunque
ambos todavía no lo supieran»
Parte Decimonovena |
«Feliz
por su decisión, se complacía degustando una tostada de mermelada,
mermelada de ciruela obvio»
Parte Vigésima |
«Alfa
y Omega, Rojo y Negro, Vida y Muerte
todo confluía y el Principio
era Fin y el Fin era
ahora
la Génesis de todo»