Este texto se lo entregué a ella en mano el 18 de julio ...
LA FUERZA DEL SOL |
|||||||||
A
despuntar de alba vienen a mí recuerdos de los días
aquellos; |
|||||||||
Qué
bonito sería que fueses como yo te modelaría. |
|||||||||
Anoche
soñé que volvía a aquel vetusto caserón
de mi niñez... |
|||||||||
Érase
un tiempo de visceralidades unísonas. Érase un tiempo
de armonías difusas. Érase un lugar de hadas, en donde
el ágora era todo plácemes y la magnificencia se vestía
de ella. ... Te vi partir con ojos enturbiados y esbocé una sonrisa porque marchabas tan libre como yo te quería ... |
|||||||||
Cada gota
de lluvia, cada gota de rocío, cada gota de sudor, cada gota
de unas lágrimas [ora de felicidad exultante ora de amargura
insondable], cada gota de un tiempo que nos separa en la distancia
de un mar calmo pero extenso, cada gota de ti en mí, cada gota
de sones filtrados a través de los años, cada gota de
nostalgia, cada gota de olvido, cada gota de ternura, cada gota de
frescura ... todas las gotas son una: |
|||||||||
Vivía en un rincón de la habitación, arracimado a la pared, en volandas se diría; extasiado por aquella voz que parecía proceder de un más allá, del mismo centro del Universo y aunque nada se lo impedía, no podía marchar de aquel paraje que se había constituido en linde de su mundo... |
|||||||||
¿Cuál
sería el efecto del anís? Ese interrogante que contemplaba
con desasosiego mi espíritu, desgastó mis fuerzas largo
tiempo... Cada madrugada, al retirarme a descansar, plañía
en silencio mi temor
y ese no ser capaz de poner fin a mi duda. Una tarde, que en nada se
diferenciaba de otros atardeceres si no es en que por fin rompí
mi hermetismo, se lo planteé frontalmente: «Pero
que me quedes tú y me quede tu abrazo y el beso que inventas
cada día
Y que me quede aquí después del
ocaso para siempre tu melancolía
... porque si me faltas tú, entonces, ya no hay por qué ni por quién luchar ... |
|||||||||
V
|
|||||||||
E
|
|||||||||
R
|
|||||||||
O
|
|||||||||
n
|
|||||||||
i
|
|||||||||
c
|
|||||||||
a
|
|||||||||
|
|||||||||
La
velada languidecía tras los cristales empapados de necesidad,
mientras yo contemplaba como te alejabas a la luz de unas farolas Tú no te lo planteaste NUNCA JAMÁS pero fuiste como una señal divina... |
|||||||||
Volveré y en ese mi devenir de regreso visitaré los singulares vericuetos de tu esencia. Volveré a vivir los estados de ánimo: ¡TODOS! Volveré a decirte cosas que nunca te dije. Volveré a sentir cosas que jamás pensé sentiría. Volveré a enmudecer con la voz que nunca ha sido a mí debida. Volveré, dentro de mí, a engendrar carne y en ese acaecer me perderé por los senderos de tu vida. |
|||||||||
Bésame,
bésame, bésame, bésame, bésame repetía
una voz compulsivamente y en su frenesí languidecía. Quiéreme
que para mañana a lo mejor es tarde... |
|||||||||
Seguramente lo mereciera pero NO [lloraría] POR ÉL |
|||||||||
En
tu compañía, los sábados son mis días especiales,
así los tengo programados. Apacible y perezoso con tu sonrisa
todo el domingo pasa calmo. Los lunes tormentosos no habré de
temer si estás en mis aledaños. En un JUEVES como HOY*, SÓLO por DARME un CHAPUZÓN en TU ALEGRÍA, HE VOLADO a TU LADO... [sin +] «¿Quién
querrá otra fortuna? ¡NO SÉ!
|
|||||||||
*18 de julio de 2002
|
|||||||||
19
julio 2003
|
|
...
tiene ...
|
«De tres gallegas y un catalán que ha insistido en traertelo en mano para ahorrarse los portes...»