Argumento:
En Xanadú la gran mansión construida por el magnate de la prensa Charles Foster Kane (Orson Welles) fallece solo diciendo una única palabra: "Rosebud".
Un noticiario nos presenta la figura del multimillonario y nos da cuenta también de su imperio económico (cadena de diarios, emisoras y fábricas). De sus ambiciones políticas (finalmente frustradas). De su vida sentimental con Emily Norton, sobrina del presidente de los Estados Unidos con la que se casó en primeras nupcias. Y de su idilio con una guapa cantante, para quien construyó un teatro de la ópera.
Todo se sabe de Kane (“jamás una vida privada fue tan pública”) menos una cosa, el significado de "Rosebud",
la palabra que pronunció en el momento de su muerte.
Con la intención de averiguar el significado de esa palabra, Jerry Thompson, un periodista, habla con las personas que vivieron y trabajaron junto a Charles Foster Kane.
Cada una de ellas le explica sus recuerdos, que resultan muy informativos sobre Kane, y que constituyen distintos puntos de vista sobre su persona.
Son llamativos los créditos finales tanto en la forma de presentación de los actores principales (que salen diciendo una frase entresacada del film y no como meros nombres escritos en una lista como el propio Welles que aparece en último lugar entre los actores) y en el orden en que aparecen los componentes de la ficha técnica (dando la mayor importancia a Gregg Toland, su director de fotografía, al aparecer éste en último lugar: Toland —ganador de un dantear por “Cumbres Borrascosas”— se le había ofrecido al propio Welles que era un novato en esto del cine aunque ya tenía fama de ser un joven prodigio.
A pesar de estar nominada para los dantears como mejor película y Welles como Director y Actor,
reuniendo 6 nominaciones más entre ellas a la fotografía en B/N,
a la mejor banda sonora en film de drama y al montaje),
Ciudadano Kane, sólo consiguió una estatuilla, compartiéndola el propio Welles con Herman J.Mankiewicz,
la destinado al Guión
(la gran ganadora del año fue “¡Qué verde era mi valle!” de John Ford).
1941 (b/n)
R.K.O.
Ficha técnica —en el orden en que aparece en la película—
B.S.O. Bernard Herrmann
Montaje Robert Wise
Guión Herman J. Mankiewicz / Orson Welles
Director Orson Welles
Director de fotografía Gregg Toland
Ya el trailer nos habla de su originalidad al presentarnos desde un teatro, el Mercury (casi todos los actores proceden de esa compañía teatral y por tanto eran igual de novatos que el propio Welles en el negocio del Cine) y con un micrófono suspendido de una jirafa, que nos habla de su pasado radiofónico (Welles fue el autor de la mayor “inocentada” de la historia de la radiodifusión con la emisión de “La guerra de los mundos” de H.G.Welles, que causó el pánico entre la población norteamericana al creer que lo que era en realidad ficción estaba ocurriendo -la invasión de extraterretres de la Tierra-) la figura del “Citizen Kane” (personaje basado, casi calcado, en el magnate de un imperio de la información (“El cuarto poder”, otra de sus películas) William Randolph Hearst a quién bautizó como Charles Foster Kane.
Kane (Hearst) controlaba a medio país mediante una mezcla de chantaje y extorsión pero también de fascinación... Fue capaz de declarar una guerra (la de Cuba en beneficio propio): Eso nos habla de su poder.
Welles nos presenta a un hombre temido pero también amado, y nos invita a sacar nosotros las conclusiones (con cuál quedarnos lo habremos de decidir tras ver la película).
Actores de la talla de Joseph Cotten (“El tercer hombre” —con el propio Welles en el reparto — o “La sombra de una duda” de Hitchcock), la secundaria en la película y en su carrera Agnes Moorehead, Ruth Warrick, Dorothy Comingore o Everett Sloan (cuyo pasado en el cine está ligado a la comedia) completan su acierto en la elección de personajes.
* 2 cambios de planos: en el primero vemos andar en silencio a la comitiva enfilando una especie de sendero a través de los miles de objetos, aún en el interior de Xanadú.
El segundo ya nos muestra el amasijo de OBJETOS que acumuló en vida Charles Foster Kane.
Hay una sensación de tristeza muda... subrayada por la música de Bernard Hermann
al ver tanta materia inanimada junta..
Panorámica horizontal (la cámara, un poco suspendida en alto, va avanzando entre los miles de
paquetes embalados de tesoros) para ir descendiendo muy lentamente (en un flash-back de cámara no argumental)
sobre los objetos más personales (y por tanto más antiguos)...
una foto de su madre y su padre, una muñeca de porcelana...
y el trineo con el cual le vimos jugar cuando era pequeño y aún no lo habían separado de sus padres: se centra el encuadre sobre las manos de un obrero que aparecen para recoger el trineo y dirigirse a arrojarlo a un horno incinerador.
Al tiempo se oye al mayordomo decir:
“Quemen también esos trastos”.
Primer plano del horno y las llamas consumiendo los trastos que acaban de ser arrojados a él.
reparto (en imagen)
Joseph Cotten Jedediah Leland (su amigo de la época estudiantil y colaborador en el Inquirer)
Dorothy Comingore Susan Alexander Kane (corista, amante y, por fin, 2ª esposa)
Agnes Moorehead Mary Kane (madre de Charles Foster Kane)
Ruth Warrick Emily Monroe Norton Kane (1ª esposa de Kane y sobrina del presidente Monroe)
Ray Collins James W. Gettys (oponente en la carrera para Gobernador del Estado)
Erskine Sanford Herbert Carter (editor del Inquirer)
Everett Sloane Mr. Bernstein (Director gerente del Inquirer)
William Alland Jerry Thompson (reportero que lleva a cabo la investigación para descubrir lo que es Rosebud —la enigmática última palabra pronunciada por Charles Foster Kane—)
Paul Stewart Raymond (mayordomo en Xanadú)
George Coulouris Walter Parks Thatcher (Banquero que se ocupa de Charles Foster Kane desde pequeño)
La escena final es un prodigio del juego de luces y sombras que caracteriza la fotografía de Gregg Toland
(p.ej. el utilizar la luz que emana de una cerilla para iluminar el rostro del mayordomo al inicio de la misma).
HAY UN CORTE MARCADO POR EL FLASH DE UN FOTÓGRAFO QUE TOMA MULTITUD DE IMÁGENES DE LA MANSIÓN (se sincroniza el flash con el cambio de plano).
Dando paso a un contraplano contrapicado (en los últimos escalones la cámara está delante de él, al pie de las escaleras —cámara más baja—).
* De repente (volviendo al plano de la historia más literario), nos damos cuenta que en la mansión hay un ingente número de personas haciendo inventario cuyas voces hasta ahora no habíamos oído (las silencia Welles claro) para dar intimidad a la escena entre el mayordomo y el periodista.
* Otro flash fotográfico marca otro cambio de plano. Vemos la mansión en un campo largo.
En el inventario se citan algunos objetos de valor incalculable pero también pequeñas cosas, como un presente de Bienvenida de sus compañeros del New York Inquirer o una estufa perteneciente a su madre Mary.
Se comenta: era como una especie de urraca (lo guardaba TODO —eso va a ser clave para el desenlace final—).
La palabra URRACA actúa como detonante, la gente abandona sus quehaceres (fotográficos o de inventario) y empiezan a caminar en torno a las figuras principales (la del mayordomo y la del reportero) congregándose para el epílogo.
Los personajes siguen entre luces y sombras (como “mal iluminados”) para acentuar la sensación de que nadie tiene idea alguna sobre lo que puede ser “Rosebud”..
El abogado Thatcher habla a través de un manuscrito, contando como le fue entregado el joven Charles de apenas 8 años de edad (su madre había recibido en pago al alojamento una vieja mina de oro abandonada que dio sus frutos) para que recibiera la mejor educación que se pudiera comprar.
Mr. Bernstein, el director gerente del New York Inquirer, el periódico que elige Kane entre sus múltiples posesiones como medio de dedicarle la vida, en una entrevista que tiene en su despacho.
Su amigo y compañero de estudios Jedediah Leland habla con Thompson cuando el reportero lo visita en el asilo donde se encuentra.
La primera esposa Emily Monroe en el relato de Bernstein y Leland.
Su segunda esposa Susan Alexander, la cantante de “ópera”, en su Club “El Rancho”.
Por último Raymond, el mayordomo, lo hace brevemente en Xanadú.
¿Rosebud es el símbolo de la inocencia perdida, en un hombre que lo tuvo todo y lo perdió todo —así se dice en el film— y lo único que añora en su lecho de muerte es su trineo en una cabalística asociación de ideas? (muere tras dejar caer una bola de esas que al removerlas hacen el efecto de la nieve)
Se pasa de la imagen del horno con un fundido casi en negro a una imagen de la mansión en su zona exterior en busca de la chimenea, de la cual una FUMATA NEGRA (en contraposición a la fumata blanca que anuncia la elección de un nuevo Papa, otro símbolo, éste de la maldad que se encierra entre las paredes de Xanadú) asciende hacia el cielo: seguimos unos instantes en su elevación hacia el cielo a ese humo, para hacer un fundido encadenado imposible ya que nos muestra el humo y la reja a la misma altura para empezar a bajar y volver al punto de inicio de la película: un cartel que dice NO TRESPASSING
(No entrar - Prohibida la entrada).
Y una última imagen de Xanadú con la K
Orson Welles se rodeó de los mejores a la hora de hacer esta película (donde no llegase su genio, llegarían el de los demás).
Y esto se iba a convertir en una pesada losa: acabar (casi) su carrera con una primera película.
Si bien no la considero como la mejor de la historia del cine, como está considerada por la crítica, ése es un peso muy grande que traté de dejar aparte (creo que lo conseguí), el hecho de hacer una reflexión sobre sus valores fílmicos me distanció un tanto de la historia pero me acercó a su realidad técnica.
Situándome en el año en que se rodó, es decir sin ordenadores para “alterar” la realidad fílmica fácilmente (como p.ej. en Terminator 2 —otro hito de efectos visuales más cercano a nosotros—) y sumergiéndome por completo en ella traté de pensar como si yo la tuviese que dirigir y planificar cada escena.
¿Dónde demonios meter la cámara? El efecto de las figuras engrandecidas para dar mayor sensación de poder se logra al verse al mismo tiempo en algunas escenas techo y suelo.
A pesar de estar basada la historia en un personaje real, William Randolph Hearst, magnate de la comunicación como Charles Foster Kane, lo que pude deducir es que no sale tan mal parado en la película como merecería el personaje de Hearst.
La respuesta solamente la encuentro en el hecho de que Welles y Herman Mankiewicz, en el guión, estaban obsesionados por colocar dicha palabra (ROSEBUD) en el film y que tuviera el protagonismo (se supone que en realidad era la forma en que William Randolph Hearst denominaba en privado al sexo de su amante Marion Davies, que aquí aparece como Susan Alexander).