Confesiones en giallo , rosso e blu
de un ser que era un claudiólogo sin tan siquiera sospecharlo
(o como pasé de turista a viajero y de espectador a actor en un viaje iniciático)

Gira che ti rigira-circo-show
—accorrete pubblico gente grandi e piccoli al suo numero magico—
espectáculo total

EL VIAJE

El vuelo de Alitalia AZ75 procedente de Barcelona tomará tierra en breves minutos en el aeropuerto de Roma Fiumicino .
El comandante, su copiloto, Karen Giambalvo , así como el resto de la tripulación les dan las gracias por haber elegido nuestra compañía y les desean una feliz estancia en nuestro país.
No olviden poner sus asientos en posición vertical y mantener sus cinturones abrochados hasta que se apague la señal luminosa, así como recoger sus pertenencias de mano. Ciao!

[...] El día 26 de junio era mi 2º día en Roma: después de un ligero y dulce desayuno (a base de bollería y capuccinos aderezado con lo que llaman spremutta en los hoteles —sin punto posible de comparación con el de las naranjas de la huerta valenciana—), salí del hotel en el que me alojaba [casi en via Vittorio Veneto, casi] para comenzar a hacer realidad lo más pronto posible uno de mis objetivos prioritarios: hacerme con la mayor cantidad posible de material de ClaB ormai (sobre todo musical pues no soy mitómano ).

Aunque tuviese la certeza de que sería mejor esperar alla domenica [por aquello de que en Porta Portesse esperaba encontrar mejores precios] decidí que sería más pobre pero inmensamente más feliz el giovedì [ mi impaciencia y mi disc-man no podían postergar mis primeras adquisiciones más de un día].

En una tienda del corso Vittorio Emanuele cayó mi primer disco comprado en Roma : fue Attori e Spettatori , como no; en cuanto lo vi allí junto a Oltre , tuve la sensación de que estaba esperándome, no dudé en cogerlo (en detrimento de este segundo). Había oído tantas maravillas, que mi cabeza ya no tamizó más "la mia voglia" .
El 2º , en la misma tienda, fue el último trabajo del grande mago: Sono IO, l'uomo della storia accanto (después mi practicidad me hizo pensar que total éste estaría al mismo precio en todas partes euro arriba o abajo para quitar el componente de culpa que me había dejado una compra impulsiva —anche prendo questo— ).

Quería o debía tener el original, aunque mi amiga claudióloga ya me hubiese pasado una copia muy preciada para mí (y cuidadita en la forma además).

Ya disponía de un material para empezar a calmar mi ansiedad. Además, portaba conmigo desde Barcelona el IO SONO QUI , que Lei tuvo a bien descubrirme
[como añadido quita-decepciones].

Ahora que no nos escucha, confesaré que si bien el Viaggiatore... me apasiona porque es otra historia [la historia del descenso a los abismos de la búsqueda, en busca de una Beatrice intuida ], el Io sono qui , es más que un disco [es la Rayuela particular de Claudio] , en su edición italiana claro, completito, porque en la española lo mutilaron los de la Discográfica, y lodejaron senza Inizio e Fine.

Todo lo que Claudio ES, en su total magnitud, puede entenderse si lo has escuchado en italiano. Su auténtica dimensión se aprecia en su idioma originario.
Y es que no hace falta tener grandes conocimientos de la más bella lengua en el mundo,
basta con tener la mente abierta y la sensibilidad a flor de piel.

El material grabado en español no deja de ser una curiosidad más o menos mona
(que en las versiones especialmente realizadas para Sudamérica se convierte en casi un horror —pecado de juventud—) y yo puedo vivir perfectamente sin tener ese material
(aunque por deferencia de mis amiguitos también lo tenga).

Mi opinión se basa en mi experiencia y mi gusto, a mí me paso lo que comento:

hasta que no escuché —allá por el año 1986— Notte di note , noche de notas ( ¡buona notta buona notte tesoro! ), Tutto il calcio minuto per minuto (la ragazzina ha un sorriso croccante e un cuore come un melograno —aunque no supiese que significaba croccante ni melograno la muchachita evidentemente sólo podía tener una sonrisa y un corazón tales— ), Un nuevo giorno o un nuevo giorno
( bentornato a questo sole nelle camere di tutto il mondo —el mundo como lugar de origen de quien no tiene más patria que su piel—), Uomini Persi ( due piedi svelti e ballerini a dare calci al mare —los contrasentidos pies esbeltos para patear al mar [y más dentro de esta canción]—), La vita è adesso ( e non lasciare andare un giorno per ritrovar te stesso figli di un cielo così bello perché la vita è adesso —y no abandonar la búsqueda porque mañana será el día, porque cada día que la escuchas es ahora— ), Un treno per dove ( vorrei un biglietto per un posto dove non ci sono i cani —me apasiona el símbolo de los perros y su ulular a la melancolía: mira que pedir en la ventanilla, en lugar de …a Benidorm, un billete para ese lugar ¡este Claudio!)—

... y pensaba que Claudio "sólo" era Sábado por la tarde ( gorrioncito no te marches ), Póster , Solo ( come un poco más que estás delgada ), Gagarín ( y ahora todavía yo vuelo) , Pequeño gran amor , Y tú ... creía que "simplemente" era el mejor de toda una generación de cantantes italianos que habían teñido nuestras adolescencias de sueños de camisetas finas tan ajustadas que nos relevaban de tener que imaginar porque ya dibujaban TODO …

Después, para mí solaz (amalgama de placeres, alegrías, distracciones, desahogos y juego)
llegarían el Assieme y el AncorAssieme, Oltre, el Viaggiatore ... en CD ya, para relevar a una cinta de cassette desgastada que moría un poco en ti.

[...] Cuando la mattina del domingo se hubo desperezado, desde via Nazionale al mercado de Porta Portesse ¡TUTTO A 1 €! ¡SONO MATTO! ¡REGALO, REGALO! tardé un suspiro [mis pies caerían en la cuenta enseguida, mi mente tardaría un poquito más en darse cuenta que estaba pisando el mítico lugar].

Tras media hora de revolver, simplemente por ambientarme mejor, en un puesto que tenían jeans de ¿2ª? mano (y no comprar nada claro) y tras seleccionar las paradas a las que acudiría a última hora para hacer efectivas mis compras, tras un intento de regateo baldío a esta primera (por el placer de practicar se entiende —si prendo le due magliette c'è sconto?— ), recordé mi propósito de adquirir los CD y sin casi buscarla encontré la meca de los precios interesantes:
todo a menos de 9 € —menos de un tercio de lo que me costaban en Barcelona en varios casos—.
Imaginar mi frustración al ver el Viaggiatore a ese precio cuando yo había pagado más del doble (bastante más) en el FNAC.

Allí me hice con La vita è adesso, Sabato Pomeriggio, E tu, Solo, Strada Facendo y E tu come stai? —originales— (tan sólo porque únicamente aceptaban efectivo), pero registré la dirección de la tienda estable en mi memoria por si me daba tiempo a acudir a la misma en cualquier momento de mi viaje.

Tras curiosear en los tejemanejes de los trileros, había una legión de ellos (o eso, o me seguían con la paradeta a cuestas) tentándome:

—Míster, míster. Hasta que les espeté con un: sono di Barcellona —aguaaaaaa—, no dejaron de intentarlo; realicé con calma suficiente, para no denotar mi ansiedad ante los vendedores expertos, la compra de los regalos que tenía seleccionados desde primera hora, bueno no es tanto lo que me ahorré como lo que me divertí —además el mayor descuento me lo hicieron sin yo pedirlo—, y tras una actuación memorable, para lograr, porque yo me había empeñado en ello, sacar una cosa tan sólo unas monedas más barato —llegué a contarlas en la mano abierta y mirar al vendedor con cara de: es que me falta un regalo sólo y nada más me queda esto [lo que en ese momento era verdad] y lo demás que tienes en la parada es bastante horrible, pero ya que tienes una cosa bonita, ¿no me lo podrías rebajar? —.

Acabó "compadeciéndose" claro [seguro que hacía negocio a mi costa ya lo sé].

Regresé al Hotel en el autobús que me indicó una bella muchacha italiana a la cual pregunté con la mejor de mis sonrisas y el más depurado de mis italianos (la moza se lo valía) porque reventado como estaba no creo que pudiera poner más en juego.

El día antes de mi regreso por fin, encontré un momento para "dar un paseo" en tram hasta el viale dei Quattro Venti (tras 2 autobuses previamente) para terminar de completar una digna discografía ( cayó hasta Anime in gioco ).

El último día y casi a última hora, adquirí el Acústico en vídeo —Oltre fue el gran derrotado del viaje, ni en CD ni en vídeo, ya me pareció demasiado la verdad que uno es irreflexivo pero hasta cierto punto—. No encontré nada en DVD aunque tampoco me obsesioné a preguntar en cada tienda.

¡Ah! y de Roma vi alguna piedra que otra también (Coliseum, Foros imperiales y palatino, circo Massimo), y lo típico piazza Navona, piazza d'Espagna, fontana de Trevi, piazza de San Pietro, metí la mano en la boca ...


EL CONCIERTO

No se debe olvidar que éste fue el motivo del viaje.
Si bien hacía tiempo que quería visitar Roma, lo que motivo el viaje fue el Concierto.
El día 1 de julio, martes para más señas, amaneció como no podía ser de otra forma, con una calor de mil demonios, lo que me desdijo de mi propósito de efectuar ese día la peregrinación a los santos lugares en tram (ya me había informado previamente de donde caía el dichoso viale que ni aparecía en el mapa que facilitaban en información a todos los turistas), pues no quería llegar al Concierto exhausto.

Enfilé rumbo al Olímpico (y al Olimpo) desde el hotel, recién duchadito,
y con mi " maglia arancione " del Barça a la hora en que teóricamente abrirían las puertas,
las 18:30 (bueno por no ir con prisas salí un ratillo antes).
Tras dos autobuses más (que queréis, me tengo que mover en transporte público
—sorprendentemente en la ciudad eterna son " gratuitos "—), y una pequeña pateada (decidí bajar a medio camino porque ya estabamos metidos en la vorágine de tráfico y no avanzábamos) y siguiendo a la gente, cual Vicente, llegué finalmente a divisar el Estadio
(no me impresionó pero hay que contar que yo estoy acostumbrado a ver el Camp Nou).

Tras un pequeño condumio para restablecer fuerzas, y un breve intercambio de corteses palabras (aún estaba tímido) con un grupito familiar [abuela joven (lo de abuela es para situar las 3 generaciones), madre-padre y niñita de unos 10 años], que refleja el encuentro generacional del público de Claudio, decidí que era hora de ocupar mi localidad.

La localicé con relativa facilidad: Tribuna Tevere, Sect. P42, Fila 8, Posto 1º,
pero siempre llevado de no sé que temor, le pregunté a la chica rubita que estaba para acomodar al público, que me confirmó que sí, que ésa era mi localidad.

El Olímpico desde el lugar que ocupaba me aumentó la sensación que había tenido en el exterior de ser bastante chiquito, distorsiones de la percepción pues ya sé que no es tan pequeño ni mucho menos.

Mientras esperábamos todos con ansiedad mayor o menor, la palma se la llevaba Manuela , una chica con el escapulario del Clab, es decir fan acérrima , y un encanto de criatura todo hay que decirlo —y que iba a ser clave en el devenir de mi concierto particular—, yo me propuse practicar mi pobre italiano, que resultó mejor de lo que yo creía pues me entendí a la perfección con todo el mundo (ya sabéis que el italiano y el español son lenguas più similes según las academias de idiomas ¡narices!).

Les conté a una pareja que había venido de Barcelona principalmente para el Concierto.
Ellos me miraban con agrado. Me preguntó (él) si Claudio era muy conocido en España. Le contesté que lo había sido en los 70 y 80 porque había grabado en nuestro idioma pero que en la actualidad sólo era para deleite de exquisitas minorías. Que costaba Dios y ayuda encontrar sus discos, que eran de importación, o sea carísimos, y se habían estancado en el Viaggiatore y que aún gracias.

Detrás había un tipo que me puso de los nervios con su manía de apuntar todo en una agenda electrónica. La chica de mi izquierda me ofreció fruta... El Concierto tenía programada como hora de comienzo las 21:00 pero anunciaron se retrasaría (una media hora aproximadamente al final) debido a que la gran afluencia de público hacia el Olímpico colapsaba los accesos.

Al final (y ante el entusiasmo de Manuela que había exteriorizado un: pobre Claudio se va a defraudar con el estadio medio lleno —como así hubiese sido de empezar a la hora prevista—) estaba llenito, no a rebosar pero lleno...

La rubita "acomodatrice" me miró y sonrió a la par que les decía a unos listos que pretendían obtener mejor localidad: "que el sector es el sector, la fila es la fila y el puesto es el puesto"
y los mandaba a pasear (en busca de su emplazamiento claro).
También ella iba a tener una importancia grande para mí, pues aunque estaba trabajando,
y no dejo en ningún momento de hacerlo eficazmente, resultaría ser una incondicional de Cla
y no paró de cantar , bailar y botar en cuanto empezó el concierto (se soltó, incluso literalmente, la melena —estaba preciosa —).

... Y salió el gran mago ...
Vestido todo de blanco dio una vuelta triunfal al anillo del Olímpico de Roma:
solo, guitarra en ristre, enlazando temas, que comenzaron con un 51 Montesacro, homenaje a sus orígenes. Desde mi otero, que era un sitio excelente, tenía visión directa de todo el complejo escenario montado en el centro del campo y minimizaba el hecho de mirar a las pantallas instaladas para tener primeros planos de Claudio. En esa vuelta triunfal inicial tuvo lugar la primera de mis 3 bajadas justo hasta el límite del foso.

Me canté casi todo el Concierto y bailé 4/7 partes.
No me dio un infarto pero las lagrimillas afloraron ya en su genial interpretación al piano de Avrai , seguida en medio de un silencio sepulcral por el público.
Desde ahí hasta el rush final, fue un hacer camino jalonado (también cantando a pleno pulmón ) por Via y La Vita è adesso, Strada Facendo y Mai più come te y Bolero y Serenata in sol y Noi no y Un po' di più, y Porta Portesse y Quante volte ... y un escuchar concentrado en mí mismo y en mis imágenes particulares Fammi andar via, Mille giorni di te e di me, Stai su ... sólo me falto Reginella ... y una versión completa de Solo .

... y con STAI SU (a las 22:30 exactamente) alcé la vista al cielo para "imaginar" que veía la misma luna que tú, señal que me dijese que quien se la " imaginase " también en aquel punto horario exacto, no podía estar muy lejos de mí.

... y a las 23.30 estuvieron mis amigos en mi abrazo particular que en este caso no fue metafórico [estreché fuerte fuerte fuerte metro dopo metro] —TUTTO IN UN ABBRACCIO
... y con ACQUA DALLA LUNA por fin fui un gran mago que encanta por igual a le raggaze
(Manuela y la preciosidad de chica rubia que me confirmó que la PORTA é la PORTA,
la FILA è la FILA e il mio POSTO è il mio POSTO) ed i serpenti
... y con MILLE GIORNI DI TE e DI ME (a las 0:03.36.312) se aromó mi corazón
con un perfume que me traía reminiscencias de ti.

Seguía sin saberse la letra de Serenata in Sol (ni con chuleta ni nada), al igual que en anteriores conciertos de la gira, y se descojonaba cantándola mientras sacaba la pierna a derecha e izquierda en un baile tipo conga.

Uno de los invitados fue Renato Zero, que marcó uno de los momentos más memorables (sólo destrozado porque subió en compañía de otros 2 o 3 actores "aficionados" más).
Atacaron Poster junto a Claudio pero fue más una risa que otra cosa, sólo se salvo
(rayó a un nivel extrasensorial) el momento de Renato claro.
Aunque yo no conocía a Renato Zero bastaron 2 notas salidas de su garganta para comprender que era el gran invitado de la noche ... lástima que otros varios desconocidos (al menos para mí) destrozarán lo que podía haber sido el momento memorable de la noche. Pero, en un Concierto de 3 horas y pico, ¿a quién importa?

A los acordes de Noi no (¡otra pasada! como aguantaba la nota) coreada por el público se remató con la vuelta al anillo, esta vez acompañado de todos los que habían participado en el espectáculo.

Llevaba una orquesta de 40 músicos y más de 400 figurantes
(acróbatas, bailarines, tragafuegos, patinadores...) aparte del grupo de 6 músicos que le acompaña.

En realidad excepto Manuela (del clab) y la chiquilla rubia preciosa "acomodatrice",
al menos en mi sector, fui yo el que lo vivió más
—y eso que al principio me daba un poco de apuro porque la demás gente permanecían sentados pero Manuela fue mi coartada (aunque estaba justo detrás de mí y no delante o a mi lado) me "enseñó" el camino y pensé que si había hecho el viaje desde Barcelona tenía todo el derecho de vivir el Concierto como quisiera (es decir levantado y cantando [encontré por cierto a un tipo que lo hacía peor que yo]—.

Por último, me di cuenta en algún momento —Fammi andar via— de que si salía un disco u otro material de ese concierto quedaría además reflejado para la posterioridad que yo ya no fui espectador sino ACTOR ...

Claudio Enrico Paolo está en una forma física envidiable (de titular en cualquier equipo de la Serie A). No paró de bailar en todo el Concierto.
Carreras arriba y abajo, sprints bruscos, giros, saltos ...

Yo distingo, es una taxonomización por el gusto de taxonomizar, 4 partes en el Concierto:

1) ÉL solo, tomando el centro del escenario y revisando temas sin orden cronológico.

2) presentación de la Banda uno por uno (Walter Savelli se llevó otra gran ovación) y en bloque a la orquesta (por megafonía, mientras esperábamos comenzase, dijeron a la carrera todos los nombres). En esta parte se intercalaron las canciones de su último trabajo Sono Io, l'uomo della storia accanto : Grand'uomo [dedicada a su hijo] —con Giovanni desaparecido de escena y de las pantallas— justo tras Serenata in sol [ya sabéis aquello de está canción nació de una sencilla melodía —ya le darán— que habitaba en mi cabeza (no fueron sus palabras textuales pero la idea es ésa)], en la que sí éste tuvo papel preeminente Giovanni pues lo llamó con él y lo presentó como uno de sus músicos favoritos,
Tutto in un abbraccio y Mai più come te , y por supuesto el Sono IO (además de sonar por los altavoces, en distintos momentos, las 4 últimas canciones del CD)-
con los grandes clásicos (bueno todo en Baglioni son clásicos
porque memorable también es el Quante volte o el Bolero
por poner 2 ejemplos de los que no suelen ser muy citadas.

3) sería la del show propiamente dicho, las titis en bikini (o desnudas según versiones) que yo no vi porque sólo tenía ojos para Cla —y para Manuela, ya que me giraba constantemente para leer en su rostro la felicidad y así fagocitar un poco de ella—; Fammi andar via [especialísima para mí], Le vie dei colori , con una escenografía que incluía los 3 colores de sus tours —giallo, rosso e blu (encarnados en patinadores que liberarían globos al cielo)— mezclados con el blanco y el negro; Acqua dalla luna (con el número circense del gran magico Cucaio )...

4) ese rush final en el que enlazó sin solución de continuidad a modo de meddley
pero con las versiones enteras La vita è adesso, Via, Noi no ...

También cantó en distintos momento s Strada facendo, el Io sono qui, Fotografie, Signora Lia, E tu y Uomini persi, Domani mai, sonó el Arrivederci o Addio por los altavoces ... vaya un concierto muy completito [ya digo que cuando caí en la cuenta de que era parte de algo que había escuchado miles de veces (sus directos) me estremecí...]

Yo me lo pasé pipa porque me monté mi concierto particular en línea con Manuela o con la acomodatrice (que desgraciadamente desapareció a los 40 minutos de empezar sin despedirse de mí, evidentemente). No sé si el resto de espectadores-actores lo vivió tan intensamente como yo (salvo el tío de la agenda electrónica de la fila 9 pu esto 1 que me desquiciaba con no sé que apuntaba todo el rato) pero en su forma...

Feliz, ya no por el Concierto en sí, sino porque las expectativas que tenía,
en todos los sentidos, se habían cumplido.

Toda la vida —sólo tenía que escuchar sus grabaciones [que era lo único que podía hacer yo hasta hace bien poquito]— he estado convencido de que era un genio; pero sospechaba que debía ser una persona excelente, divertida, con toques excéntricos que el integraba en su natural forma de ser, genialidades a montón, sencillez no exenta de elegancia, refinamiento no libre de un cierto punto de vanidad ...

y después de VERLO en Directo por fin, TENGO la CERTEZA de que es l'UOMO, della storia accanto… CIERTAMENTE UN HOMBRE GENIAL…