PaTaPàN

ce l'ho ancora sulla pellequell'odore di colline
sono lucine o sono stelle
quelle cose dove la campagna ha fine
ti ricordi pa'
mi tiravi per la mano
sul tuo passo più costante
tu un gigante e io un nano
mentre davi un nome agli alberi

e alle piante
e raccontavi fatti
e misteri di laggiù
così per lunghi tratti
e se non ce la faccio più
tu mi trovavi un legno
e io ci montavo su
con quel cavallo e un regno e uno schiocco e patapàn

al galoppo e all'avventura
sotto a quel tuo naso grosso
messo come prua e non avevo mai paura
dentro la tua scia ti stavo sempre addosso
e nella sera chiara
da lontano l'armonia
di un suono di fanfara
di un tam tam di prateria
e le tue braccia forti
che indicavano la via
ai miei ginocchi storti e agli occhi e patapàn patapàn e patapàn patapàn
e patapàn patapàn
e patapàn patapàn
patapàn patapàn patapàn patapàn

ciao pa'
ma quante strade di sentieri bianchi
e quante ancora e ancora no non siamo stanchi
lo vedi come corro così veloce
dietro al tuo fischio e quella voce
se resti indietro aspetto sotto la croce
e scoppia il petto e in coppia
andiamo avanti e patapàn e sul ciglio di un burrone
tu facevi quella finta
di una spinta in giù e io ridevo col fiatone
e mi alzavi su nella camicia stinta
e ti sentivo dire
di chi c'è e chi non c'è più e non poter capire
perché non è come un tram
su cui chi si vuol bene
sale e viaggia e scende giù
ma tutti quanti assieme per sempre patapàn patapàn e patapàn patapàn
e patapàn patapàn
e patapàn patapàn
patapàn patapàn patapàn patapàn patapàn

ciao pa' così hai saltato giù e ora sei in volo
ti sei fermato un giorno e io corro solo
perché non m'hai aspettato e stai lontano
e non mi prendi più per la mano
che senza un legno adesso un po' più piano
vado e spesso cado
ma andiamo avanti

ciao pa'
ma dimmi dove che stiamo andando
e questa vita dove mai ci sta portando
non era questo il mondo che volevamo
e non è il cielo che sognavamo
non è quel tempo, è adesso
in cui dobbiamo stare
e lo stesso andare
e andiamo avanti e patapàn
Los primeros acordes introductorios se asemejan a los primeros pasos de "algo" que nace a la vida (ora un "claudietto", ora un pequeño potrillo llamado Patapàn) inseguros, aunque muy brevemente, porque enseguida se afianza con paso cada vez más firme (eso es seguramente lo que hace que a mi cabeza acuda la imagen de un potrillo antes que la de un bebe).

La duración del tema vendría otorgada por el carácter de lucha (de tamiz psicoanalítico) entre la aceptación de la muerte del padre y su negación aún;
y ello requiere de una exposición prevía, una lucha interna y un desenlace final que Claudio resuelve brillantemente en 7'43", según se mire igual puede encontrarse que es corta, pues no tiene nada de accesorio.

Cuando comienza lo cantado, nos introduce, nos lleva [¿o se deja llevar él también?], con un carácter de nostalgia, en el recuerdo de cuando era pequeño:

—ce l'ho ancora sulla pelle quell'odore di colline—

(el recuerdo impregna aún su piel de aquel olor de las colinas)

—sono lucine o sono stelle—

(este preguntarse si eran estrellas o lucecillas me remite inconscientemente a VIA siempre,
—la mia sigaretta brilla rossa insieme a luci di periferia— en la cual se confunden, armonizan, las luces de la periferia junto al resplandor de su cigarrillo)

y su pà (su papá) lo era Todo

—ti ricordi pa' mi tiravi per la mano sul tuo passo più costante—

(su guía que le llevaba de la mano en sus paseos con paso firme)

—tu un gigante e io un nano
mentre davi un nome agli alberi e alle piante—


("un gigante que sabía TODOS los nombres"),

y le contaba historias extraordinarias

—e raccontavi fatti e misteri di laggiù—

y que le hacia sentirse como alguien ESPECIAL
porque con un simple trozo de madera era capaz de contagiarle SU ILUSIÓN

—tu mi trovavi un legno e io ci montavo su con quel cavallo e un regno e uno schiocco e patapàn... —

Y se da rienda suelta a la ensoñación (lo veo sonreír):

—al galoppo e all'avventura—

Bajo su sombra protectora (la de su gran nariz),
al igual que la de aquellos árboles de los cuales sabía todos los nombres,
nunca temía nada .. .

—sotto a quel tuo naso grosso messo come prua e non avevo mai paura—

y hasta es capaz de ponerle Banda Sonora Original

(—el tam tam di prateria e il suono della fanfara—)

incluso con la sonoridad de las palabras: tam-tam / fanfara...
—e le tue braccia forti che indicavano la via ai miei ginocchi storti e agli occhi e patapàn—

—y con sus brazos fuertes marcaba el camino a sus rodillas y ojos exhaustos y patapàn—

en la primera subida con los patapàn compulsivamente repetidos (un total de 12 porque no podía durar "in aeternam" pero que estoy casi seguro que si la interpretase en concierto se perdería) distingo una doble vertiente: los primeros se corresponden con esa época de niño, como una palabra que se repite y que llega a perder su significación; los últimos, más agónicos, justo con lo que vendrá a continuación:
es decir que esto ("el mundo idílico de niño") se acabó cuando creció ...

y cuando se da cuenta de que no puede demorar por más tiempo lo que ha estado evitando: ha de decirle adiós ... ¡ciao pà! (en términos de interpretación ese primer ciao equilvadría a: —estoy preparado ya para decir el adiós que he estado reprimiendo—).

Y aquí se zambulle de pleno en el "delirio" grandilocuente:

—lo vedi come corro così veloce dietro al tuo fischio e quella voce se resti indietro aspetto sotto la croce e scoppia il petto e in coppia
andiamo avanti e patapàn—

¿no ves como corro raudo atento a tu silbido y a esa voz tuya: —si te retrasas te esperaré bajo la cruz?
... y me estalla el pecho por el empeño en alcanzarte
y al unísono seguimos camino adelante ... y patapàn

hasta decrecer con este patapàn

Ya no es un recuerdo lógico y ordenado que "nos" narra como hasta ahora sino que el texto es ya el fruto de liberar su ansiedad, le está hablando directamente a ÉL, a su padre; no tiene un orden de estructura interna, es como en los sueños pero aún el caos no es total, persiste una cierta coherencia (que nunca perderá) .

Con el silbido se toma un respiro y nos lo concede también a nosotros porque se desborda en emoción...
También marca un carácter de epopeya en lo que nos ha contado hasta ahora.

Poco a poco el tema, musicalmente hablando, nos va introduciendo en la leyenda (su padre / los padres son "lo más grande"), la música toma un segundo plano intencional, pero con toda su fuerza paradójicamente, es como si ya no nos hablase de una cosa íntima sino de un universal:

—e ti sentivo dire di chi c'è e chi non c'è più e non poter capire perché non è come un tram
su cui chi si vuol bene sale e viaggia e scende giù ma tutti quanti assieme per sempre patapàn—

La imagen de un tranvía al que sólo se deja subir a quién se quiere, que está en eterno recorrido (pero tanto si descendemos o viajamos siempre lo hacemos juntos y aquí encontramos la clave de la significación posterior), es muy acertada. En el tranvía de la vida, en el nuestro particular, SÍ podemos decidir quién empieza y quién continua viaje con nosotros. Es un recurso literario "denso" (elaborado), como no podía ser de otra manera.

Y ya empieza a correr el tema pero como en una carrera de fondo [no de velocidad]

patapàn patapàn
e patapàn patapàn
e patapàn patapàn
e patapàn patapàn
patapàn patapàn patapàn patapàn

—ciao pà! adiós papá!- così hai saltato giù e ora sei in volo—

¿Así que has decidido apearte en marcha y dejarme solo? (¿tú también?):

Éste es el "reproche" principal.

¿Quién me ilusionará ahora que no estás tú?
Pero bueno, hay que seguir adelante (eso dicen) aunque a partir de ahora si no voy de tu mano seguramente tropezaré...

Por último, el postrer ciao es un Hola porque se reencuentra con el padre en el sentido que ya le perdona su "ira" de hace un momento (entiende que ese "abandono" no es voluntario) y caminan otra vez juntos allá donde quiera que éste esté (porque tampoco es el cielo al que aspiraban)...

entra ya en consideraciones sobre la locura del tiempo que le ha tocado vivir, y que afortunadamente su padre adorado no tiene que sufrir (que difiere muy mucho con el que proyectaban juntos) y concluye con un patapàn que revoca lo apuntado con el primer adiós -ya estoy preparado-, entreverado de resignación y de esperanza pero expresado con toda la tensión acumulada (ya no tiene el mismo valor de los patapàn de cuando era pequeño, ni siquiera el valor de búsqueda ingente) .

Por eso, patapàn tenía que ser eso, una palabra polimórfica en su significado, muy personal, que le trasladase a su niñez pero que fuese como una exclamación, onomatopéyica ...

La falta de un estribillo alucinante (como a los que nos tiene Claudio Enrico Paolo acostumbrado) es porque la canción versa sobre lo que versa (dedicada a su padre fallecido hace ya 2 años largos) y no se presta a "lucimientos fáciles".
Todo se condensa en el CIAO PÀ!!! y el PATAPÀN convulso:

... porque del sentimiento nace la emoción ...

el breve silbido final es una forma de rebajar la tensión de tan sólo hace unos instantes, no le presta más atención ...